Con un larguísimo período sin actividad y las elecciones en el medio, el plantel del fútbol profesional de Sarmiento retornará a las prácticas este jueves para afrontar la segunda mitad del año luego del primer torneo del año que, a pesar de no haber sido bueno, lo dejó fuera de la zona de descenso en ambas tablas; sin embargo, la línea es demasiado delgada y en apenas una o dos fechas podría pasar a ocupar el último puesto de la tabla anual o subir hasta la mitad.
El cuerpo técnico comandado por Javier Sanguinetti había tomado el equipo en el cierre de 2024 con el objetivo de diagnosticar y armar el plantel para el 2025 y esos primeros pasos del DT habían mostrado una intención de protagonizar los partidos. Así las cosas, en el mercado de pases llegaron ocho refuerzos pero al cabo de las 16 fechas que duró el Torneo Apertura solo cuatro de ellos pudieron jugar más de la mitad de los minutos totales.
La primera parte del certamen mostró a un equipo que parecía ser una continuidad de aquel que había terminado el 2024 en cuanto a que, sobre todo de local, había mostrado rendimientos que lo acercaban a ganar los partidos, incluso en el que consiguió los tres puntos ante Deportivo Riestra sin ser de los mejores. Godoy Cruz, San Martín de San Juan y gran parte del juego ante Barracas evidenciaron que la aspiración del cuerpo técnico estaba clara en relación a cómo afrontar el desafío, aunque de visitante le costaba una enormidad replicarlo.
Esa imagen de equipo fuerte en Junín se fue desdibujando porque lo que en su momento había sido un recurso ocasional terminó siendo una constante: pensar el armado del equipo y el plan de juego teniendo en cuenta más al rival que al propio, por ejemplo utilizando a dos centrales como laterales. El segundo tiempo con Barracas, el duelo clave ante Platense, la segunda parte con San Lorenzo arrojaron la peor cara del Verde que en el medio había logrado un valioso empate ante River Plate y el primer triunfo como visitante tras un largo tiempo en Liniers.
Antes del comienzo de las vacaciones, el técnico expresó la necesidad de conseguir refuerzos que jerarquicen al plantel y no incorporaciones, algo que ya había mencionado en el inicio del año pero que no terminó resultando debido a que, si tomamos en cuenta la participación, como marcamos más arriba, de los 1.440 minutos totales solo Renzo Orihuela superó los 1.000 y seis de ellos no llegaron a los 800 (Pablo Magnín se lesionó en la décima fecha).
En consecuencia, la misión de Sanguinetti y los encargados del fútbol (secretaría técnica y dirigentes) es afinar el ojo para rearmar el plantel para la parte más importante de la temporada con toda la información que le dejó el primer semestre y así evitar lo que en los últimos dos años no se pudo: quedar en posición de descenso.
Por Federico Galván.