Hace alrededor de un mes que Gabriel Díaz no aparece en la convocatoria de Sarmiento a raíz de una virosis que le impidió, no solo continuar entrenando con normalidad, sino que también tuvo consecuencias en su vida diaria pero gracias a seguir los pasos recomendados y a la ayuda que recibió de todo el entorno se encuentra en plena recuperación, que esta semana tuvo un paso más con el inicio de los trabajos físicos en el campo de juego. «Me toca afrontar una situación que no es como otras lesiones pero los chicos del club, los kinesiólogos, los compañeros me apoyaron todo este tiempo entendiendo lo que me estaba pasando y por suerte estoy mejorando», afirma en la charla con el programa Línea de Juego.
-Antes de tener que parar te habías ganado un lugar en el equipo, ¿Cómo procesaste el debut en el torneo y la continuidad?
-Fue algo esperado porque lo venía buscando y a la vez algo muy lindo. Trato de aprovechar esto de entrenar día a día con los chicos, los partidos, más allá que ahora tuve que parar, pero pienso que me va a servir para el futuro.
-¿Te costó acostumbrarte a todo lo que significa Primera?
-No sé si el ritmo me costó porque ya venía entrenando con el plantel de Primera, iba a ver los partidos, estaba adentro…No sé si me costó pero es algo que tengo en cuenta para tratar de mejorar en cada partido y en cada experiencia para hacer las cosas de buena manera.
Gabriel nació en Capitán Sarmiento donde defendió los colores de San Carlos hasta que en 2019 se le dio la oportunidad de llegar a Junín para sumarse a la Cuarta División de Francisco Martínez. A pesar de iniciarse en una edad avanzada para lo que es el fútbol formativo, todo sucedió muy rápido. «Jugué un año en Cuarta y en el 2020 pasé a la Reserva pero justo se vino la pandemia», explica.
-¿En esa formación cuánta atención le prestabas al cuidado no solo de la parte deportiva sino también física?
-La verdad es que le prestaba mucha atención, sobre todo cuando llegué acá porque sabía que era «grande», por decirlo de alguna manera, y traté de absorber todo lo que me decían los profes, los técnicos y los mismos compañeros para poder seguir creciendo y lograr el objetivo que era estar en el plantel profesional.
-¿En algún momento tuviste miedo de no llegar a lograr ese objetivo?
-No sé si miedo pero entendía la edad en la que estaba llegando y sabía que era una de mis últimas fichas; además en ese momento ya habia arrancado a estudiar (NdR: había comenzado a estudiar profesorado de educación física) pero el objetivo fijo era poder llegar y no volver para atrás, por suerte salió bien y hoy lo puedo disfrutar.
-En ese sentido, ¿Qué importancia tiene continuar con el aprendizaje ahora que estás en Primera?
-Es que es como todos dicen: «lo más difícil no es llegar sino mantenerse». El camino sigue siendo complicado pero al mismo tiempo es un envión para continuar aprendiendo todos los días.
Lateral izquierdo, ese es el sector del campo donde antes con el pelo largo y ahora un poco más corto se lo veía y se lo vé pasar raudo hacia el ataque, pero no siempre jugó en esa posición. «Cuando era más chico jugaba de enganche o arriba, de hecho cuando vine a Sarmiento llegué como extremo izquierdo».
-¿Y quién te dijo que tu puesto era el de lateral?
-En una práctica de Cuarta, con Pancho Martínez, estábamos haciendo fútbol, me mandó de tres y ahí arranqué.
-Lo que nos pide Israel es estar en el bloque bajo cuando nos atacan, no darles espacios, cubrir bien la zona de cada uno y para eso es importante cómo se brinda cada uno de nosotros. También tratar de atacar los espacios que deja el rival y creo que lo estamos haciendo de buena manera.
Díaz, antes de debutar (lleva 13 partidos disputados -12 en la Liga Profesional y 1 en Copa Argentina) formó parte de la Reserva que se consagró campeona en la Copa de la Liga 2021 venciendo en la final a Boca Juniors y a dos años de esa conquista recordó aquel momento: «Fue una locura que yo y ninguno de los chicos lo vamos a poder olvidar a lo largo de nuestras carreras. En ese momento fue impensado, algo único y hermoso», recuerda Gabi que, si todo sale según lo planeado, estará disponible en 20 días.
Nota: Federico Galván.
Fotos: Mariano Morente.
