Llegó a Sarmiento para ser uno más en la rotación de los delanteros pero sus actuaciones cada vez son más trascendentes para una idea de juego que tiene como una de sus variantes principales el lanzamiento directo para su posición. Javier Toledo tiene 37 años, atraviesa su segundo paso por el club y no deja de darle cosas al equipo a fuerza de lucidez, picardía, sacrificio y virtudes.
El partido ante Central Córdoba fue una muestra de lo que puede generar en esa aparente desventaja que supone recibir de espaldas al arco contrario con los defensores de frente a la pelota. A los centrodelanteros se los suele juzgar por los goles y en muchos casos es injusto, como en este, porque la acción del 1-0 es un claro ejemplo. La inteligencia para leer el espacio detrás del movimiento de Gondou, la picardía para desacomodar lícitamente a su marcador, la capacidad para definir (la mala suerte del palo) pero la buena fortuna que el rebote le queda a él y allí la tranquilidad (donde muchos se apresuran) de la experiencia para verlo a Luchi llegando por el centro.
Antes había fallado una situación clara, dentro del área, porque de errores también están hechos los delanteros y en el inicio un cabezazo salió cerca del palo en un primer tiempo donde el equipo de Damonte mostró su mejor versión en el juego.
Pero la importancia del cordobés no se apega a las estadísticas, aunque también. En el juego ante Godoy Cruz, para no ir tan lejos, una intervención suya ganando de arriba le permitió a Mónaco generar una falta en el borde del área. Luego, inició la presión para dejar mano a mano a Gondou. Pero si vamos a los fríos números además de dos goles en Santiago sumó su segunda asistencia ya que la primera había sido ese preciso pase gol con la cabeza en La Plata para el gol de Melano. Tiene un 39% de duelos aéreos ganados en el último tercio del campo (50% defensivos) y hasta aquí el delantero disputó minutos, tiene 27 remates de los cuales 10 fueron al arco (4 goles).
Por otro lado, se ubica décimo sexto en el registro de goles esperados (xG) con 4.15, que es la métrica para calcular la calidad de una oportunidad de gol teniendo en cuenta una serie de variables como la ubicación y el tipo de tiro. En ese aspecto Gondou tiene 4.37 (13°) y el primero es Michael Santos con 10.58.
Datos que acompañan esa bandera que lleva adelante de todos entregando hasta la última gota de sudor en cada disputa siendo el «primer defensor» y soportando, a veces, que la pelota pegue en el palo y salga para afuera porque en definitiva de eso se trata: volver a intentar para que pegue y vaya adentro.
Infografía duelos ganados
Infografía zonas de intervención
Texto: Federico Galván.
Datos y gráficos: @optajavier @lpfdata Matías Conde
Fotos: Mariano Morente.