La vigencia de Federico Vismara

Fue uno de los jugadores de mejor rendimiento en el torneo pasado de Sarmiento. Estuvo entre los tres primeros en recuperación de pelotas de la Liga Profesional. Acaba de cumplir 38 años y es uno de los últimos en irse del Centro de Alto Rendimiento donde Sarmiento lleva adelante la pretemporada. Federico Vismara afronta su enésimo período de preparación para comenzar un campeonato de fútbol y lo encara con las mismas ganas que cuando era amateur en Carcarañá. «No son como las primeras (las pretemporadas) porque aparecen los dolores tempranamente pero es lógico por el transcurso de los años pero la verdad es que me siento bien, con ganas y eso es lo más importante: cuando tenés ganas lo otro se suple», reconoce.

Desde aquellos inicios en el profesionalismo, en Estudiantes, pasaron infinidad de pretemporadas, que se fueron adaptando a las nuevas metodologías de entrenamiento y el cambio de aquel tiempo a este es notorio. «Antes los primeros días eran de correr distancias largas, pasadas, peso en cuanto a sentadillas y gimnasio. Hoy se trabaja de otra manera: más con pelota, más dinámico, son más cortos y con pelota. Esto está bueno, aunque no quiere decir que se corra menos, pero te entretenés más y tiene más que ver con la realidad de juego», sostiene La Bruja luego de pasar a saludar a los utileros.

Transcurrieron más de 20 días del último partido y es un buen momento para hacer un repaso sobre la actuación del equipo. En ese sentido el mediocampista reconoce: «a mitad del torneo nos costó un poco y después, hacia el final, con Newell’s, en Copa Argentina, y como local ante Gimnasia, el equipo se ha ido acomodando, obviamente nos faltan cosas por corregir, tenemos que ser agresivos cuando pisamos el área contraria, tenemos que ser más regulares y la idea en este nuevo comienzo es corregir lo que nos faltó en las fechas pasadas».
Vismara es el primer pase, el encargado de conectar con los mediocampistas pero también fue en el campeonato pasado uno de los futbolistas que más recuperó en el certamen (64 en 11 partidos) gracias a la intuición y la inteligencia para estar siempre bien ubicado. «La verdad es que me sentí y el equipo también te ayuda. Hay muchos chicos que juegan al lado mío que hacen que yo la recupere porque ellos presionan y te ayudan a correr, entonces al estar bien ubicado hacen que la recupere. Trato de hacer las cosas fáciles en el medio porque tengo jugadores por delante para pasarles la pelota y la idea es encontrarlos rápido para agarrar al rival mal parado».
-¿En ese «encontrar al compañero por delante» el ideal es Quiroga?
-Y, el ideal es Checho, pero a veces lo marcan. Creo que el pase tiene que ser para un compañero, más allá del nombre, uno que no esté marcado, que se vea en el juego y que se pueda distinguir rápido en la presión o desmarcarse para recibir el pase. El Checho si recibe en tres cuartos tiene la virtud de habilitar a los compañeros.
-También es el pase más difícil de dar porque está de frente a vos, ¿siempre es más fácil buscar hacia los costados y después encontrarlo?
-Entretener para los costados para que él se empiece a mover, encontrar los espacios y recibir la pelota. Él, Claudio (Pombo) o el que juegue: son los que habilitan a los delanteros y a los que tenemos que tratar de encontrar.

La charla vuelve al campeonato anterior, en este caso para marcar lo positivo y el Norte hacia adónde ir. Y allí aparece el último juego por Copa Argentina, ante Newell’s. «La idea es que lograr más tenencia de pelota, ser más contundente, terminar mejor las jugadas que generamos, no apurarnos en tres cuartos de cancha. A lo mejor eso es lo que nos ha faltado en las 13 fechas pasadas. Atrás tenemos que darles solides para que ellos se sientan seguros para lastimar al rival».
El torneo pasado, como el que vendrá (hasta el momento) no cuentan con el público en las tribunas y una de las situaciones que se presenta es la posibilidad de sumar futbolistas jóvenes no solo por ese contexto de menos presión sino a veces por necesidad. En ese sentido el carcarañense explica: «no sé si es más fácil. Para algunos será más fácil para otros no tendrán inconveniente de jugar con gente. Lo que sí es que si el equipo está bien y entra un chico lo puede hacer mejor. Hay momentos para los juveniles pero hay que saber cuál es el oportuno para aprovecharlo adentro de la cancha, que rinda y que no se frustre rápidamente».
Ahora sí, se va último Vismara, unos minutos después de Federico Mancinelli, otro de los más experimentados, como marcándoles el rumbo a los más chicos.

Texto: Federico Galván.

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