“Marcó la cancha”

El técnico lo reclamaba a viva voz, el equipo lo necesitaba y el patrón del medio campo movió los hilos para llegar, ponerse el traje verde que tan bien le queda y salir a la cancha para darle al equipo una presencia que quedó evidenciada en el Bajo Flores.
Emiliano Méndez está de vuelta, no solo físicamente, también simbólicamente, ese aspecto del juego y del fútbol intangible pero esencial.
Israel Damonte reclamaba más intérpretes con su ADN y para eso llegó el mediocampista que entregó destellos de lo que todos sabemos puede dar.
El equipo volvió a carecer de juego ofensivo pero a esta altura ya se sabe y lo expresa el entrenador que lo que más le preocupa es el otro aspecto del juego: el de ganar duelos defensivos y pelear cada pelota como si fuera la última. En esa idea la titularidad de Méndez le dio orden y presencia y terminó siendo el jugador de Sarmiento con más recuperaciones (4 de un total de 8). “Por acá no se pasa”, dijo el 52 que no solo persiguió y recuperó, sobre todo en el primer tiempo, sino que también hizo eso que caracterizaba al “cinco tapón” de otros tiempo que era quitar y entregar: fue con 16 pases acertados el primero en ese rubro de su equipo.
Es verdad también que Cristian Ferreira encontró en varias oportunidades el cuadrado libre detrás del mediocampista pero por falta de pericia o por saber que el que estaba por recuperarse era Méndez y no “Juan Pérez” no decidió bien con la cancha de frente. Y cuando quiso empecinarse en mostrarle que la pelota era de él terminó amonestado luego de pegarle un patadón.
A Sarmiento le costó lo mismo que con Independiente Rivadavia generar peligro en el arco contrario y acertó en una de las pocas o en la única que tuvo, pero ganó algo indispensable en la idea del DT: alguien que “marque la cancha”. Tal vez ese contagio y liderazgo se derramen en el equipo para ir creciendo futbolísticamente y mostrar definitivamente otra cara.

Nota: Federico Galván.
Foto: Mariano Morente.

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