Mariano Sardi es, desde hace seis años, el secretario técnico de Sarmiento de Junín. Pero esa función, a veces difícil de definir -sobre todo en el fútbol argentino- en cuanto hasta dónde llegan las facultades, no lo limita a estar cerca del cuerpo técnico sino que también es el encargado de ser el nexo entre jugadores y dirigentes y en cada receso crece su importancia ya que siempre hay futbolistas que se van y otros que llegan. Uno de los objetivos en este “parate” es el de reducir un plantel que llegó a ser de 38 jugadores, por cuestiones de necesidad debido a la pandemia, pero Sardi sabe que no es una tarea sencilla. “No es ideal trabajar con tantos porque eso hace que el entrenamiento no sea el indicado por la duración, por la participación, porque para que salga fluido la cantidad normal debería ser entre 26 y 28 jugadores de campo y hoy estamos sobrepasados. La idea es reducirlo pero sabemos que no es fácil pero las decisiones las tomamos siempre consensuadas”.
-En cuanto a refuerzos, ¿hablaron de cuántos van a ser y en qué puestos?
-Hablamos de algunos puestos específicos pero la cantidad va a tener que ver con lo que pase con las desvinculaciones.
-En ese sentido, ¿cómo está la situación de Braian Salvareschi?
-Braian tiene contrato con el club. Le hicimos un ofrecimiento de renovación para extendérselo pero no nos hemos puesto de acuerdo desde lo económico: él no quiere renovar por lo que el club le ofrece. El pensamiento de él, tal vez, es que si no se le da lo que pretende no firmar la extensión y quedarse con la libertad de acción a fin de año. (NdR: Salvareschi fue apartado del plantel por esta situación).
-¿Qué grado de conformidad notás entre los dirigentes con respecto al trabajo del cuerpo técnico?
-No sé si grado o porcentaje, creo que hay que evaluarlo desde un punto de vista de conformidad o no conformidad y hoy estamos satisfechos con la cantidad de puntos que hemos sacado y está por encima de la proyección que habíamos hecho porque habíamos pensado en 18 puntos (Sarmiento hizo 21).
-En cuánto al rendimiento futbolístico y según tu mirada, ¿qué evaluación hacés? ¿qué te gustó y qué no? ¿qué debería agregarle Damonte al equipo para o que viene?
-Lo que veo y lo que me parece es que tenemos un cuerpo técnico que tiene un estilo de juego que cuando nosotros lo fuimos a contratar sabíamos que nos iba a acercar a esto, a sumar. Es un sistema de juego donde el equipo se repliega, sale de contra, hay ataque directo por las bandas, con dos delanteros. Es un estilo que ya lo hemos usado con Iván (Delfino) y nos ha dado resultado desde lo numérico y la verdad es que, en base a lo que pensamos que nos podía dar y viendo los resultados, está dentro de lo que pensamos. Sabemos que hay gente que no le gusta el sistema, el estilo, pero nosotros lo que tenemos claro es que la manera en que se juega es la que el entrenador planteó que lo iba a hacer cuando lo fuimos a buscar. Después, se exagera un poco en “pegar” pero es normal. Nosotros tenemos que estar ajenos a eso, enfocarnos en lo que tenemos como objetivo que es escaparnos de la zona de abajo, sumar puntos y cuando tengamos la tranquilidad de tener 12 ó 15 puntos por encima de esa zona comenzar a buscar otras alternativas o arriesgar un poco más, pero hoy tenemos en claro que lo que estamos haciendo está bien.
-¿Qué jugador te parece que fue de los más destacados y te sorprendió en el buen sentido?
-Uno está todo el día con los jugadores y sabe o que pueden dar pero más allá de eso creo que Juli Brea tuvo un torneo bárbaro, que Toto Arismendi tuvo un final muy bueno y después los refuerzos, a los que le tocó, estuvieron a la altura de lo que esperábamos. Estamos muy conformes.
-Desde un principio el entrenador habló de la adaptación que necesitaban jugadores como Brea para insertarse en el equipo como mediocampista por las bandas, ¿es un doble mérito el de Julián haberlo hecho bien en una posición a la que no estaba habituado?
-Por supuesto. Desde la llegada de Israel el pedido para los volantes externos estuvo, sobre todo en un equipo en el que los laterales cubren el sector defensivo y el mediocampista tiene que regresar con el volante rival. Es un esfuerzo enorme y más para un jugador como era Julián que era segunda punta. Pudo adaptarse a jugar de volante, hacer el carril y la verdad es que lo ha hecho de muy buena manera. Sabemos que lo estamos sacrificando en una posición que después le cuesta llegar a los finales de partido por una cuestión lógica por la cantidad de metros recorridos ahora en comparación con los que hacía cuando jugaba de delantero, así que sí, es un doble mérito.
-¿Qué paso le falta dar al club en cuanto a lo organizativo?
-Venimos en un buen camino, haciendo las cosas de una manera no vertiginosa pero tranquila y firme. Creo que el club ha crecido con el predio, en la estructura, en recurso humano, se ha profesionalizado mucho en el área médica, de kinesiología, con una nutricionista fija…Cuando nos podamos asentar en Primera División el paso que tenemos que dar es el de armar una secretaría técnica para poder tener un grupo de scouting propio del club porque hoy normalmente lo hacen los cuerpos técnicos.
Permanecer en el cargo no es sinónimo de comodidad para el exfutbolista del Verde que por estas horas intenta dar un paso más en el perfeccionamiento y formación en torno a sus tareas diarias y está cursando la Licenciatura en Director Deportivo dependiente de la Federación Internacional de Fútbol Profesional (FIFPRO). “Me sirve muchísimo capacitarme y seguir aprendiendo, sobre todo porque la gente que la dicta (Nicolás Burdiso es el director acadpemico) está en un nivel superior. Está bueno porque para los que estamos en esta función, en clubes con ganas de crecer, que siguen mirando ‘allá lejos’, es interesante».
Nota publicada en Junín Digital.