Mauro Ferraiuolo: «Las lesiones fueron fortuitas»

Uno de los médicos de Sarmiento, Mauro Ferraiuolo, fue el encargado de intevenir quirúrgicamente a José Mauri, este miércoles por la mañana en Clínica Centro, y también estará al frente, junto a Diego Ferro (miembro de su equipo de trabajo), de la operación a Yair Arismendi. Ambos por la misma lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.
La «reconstrucción artroscópica del ligamento cruzado (se reemplaza el cruzado roto por unos tendones que se sacan de la propia rodilla) salió según lo planificado», manifestó Ferraiuolo en una nota realizada en el programa Línea de Juego y agregó: «por suerte el resto de la rodilla estaba todo bien: meniscos, ligamentos colaterales, cartílatos. Así que esperemos que haga una buena recuperación y vuelva lo antes posible».
Pero no solo Mauri pasó ni pasará por esa intervención. Guido Mainero lleva cuatro meses de recuperación, Federico Paradela fue operado el 21 de enero y Yair Arismendi será intervenido el próximo viernes en la misma institución de salud de nuestra ciudad. En torno a esta particular lesión que parece perseguir al plantel de Sarmiento el médico fue consultado sobre si hay alguna explicación lógica: «Lo pensamos, analizamos desde el terreno de juego hasta la preparación física, lo preventivo que se hace junto a los kinesiólogos y profes, que es para evitar estas lesiones, y se labura mucho en eso, con mucha conciencia, y la verdad es que no encontramos nada; además la lesión de Arismendi fue en otra cancha…el mecanismo de lesión fue similar en todos, algo forzado. Son lesiones aisladas, no fueron por un trauma por impacto o contacto con otro jugador. Generalmente fueron solos donde frenan, giran y rotan sobre la rodilla y hacen ese mecanismo de valgo forzado que produce la lesión. Son situaciones cada vez más frecuentes y comunes, no solo acá sino también en el mundo y otros deportes. Fue algo fortuito, esa es la palabra».
En cuanto a los tiempos de recuperación, el juninense explicó que «cambiaron los tiempos. Antes al sexto mes le dábamos el alta a todos los jugadores y hoy esos tiempos cambiaron, por una cuestión biológica se le da más tiempo al injerto, que tiene todo un período para trasnformarse en ligamento (para decirlo de una manera simple). Y ese período lleva tiempo. Hay que esperar. Mientras más tiempo pase, mejor. Si pueden pasar 12 meses, mejor. Nostros estamos en un promedio de ocho meses pero no es lo mismo porque hay que ver cada caso. La edad del jugador también influye: no es lo mismo uno de 18 que de 38 años. También depende si hay lesiones asociadas. Son varios factores».

Nota: Federico Galván.

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