Hace una semana en alguna red social titulamos “Identidad” luego de la victoria ante Argentinos Juniors y lo mismo valdría para esta clasificación a la final de la Reserva de Sarmiento. Porque más allá de las circunstancias del partido frente a River el equipo que conduce Martín Funes tiene eso: identidad. Sabe a lo que juega e intenta respetarlo ante todo y todos. La idea no es negociable. A muchos les interesa que los equipos tengan “plan B”, pues bien, acá hay un plan A. El único plan es intentar ser protagonistas de los partidos a través del pase para avanzar juntos en el campo y replegar al rival. Presionar alto con el objetivo de volver a atacar. Un equipo que no soporta que la pelota la tenga el rival y actúa en consecuencia.
Es verdad que como bien dice su entrenador el equipo que está enfrente también juega y a veces impone su estrategia. Así, en pasajes del encuentro con River y Argentinos, por citar los últimos dos partidos, se ve obligado a tomar una postura reactiva, pero siempre con el otro arco como Norte y sin dejar de ser agresivo.
No llama la atención que Funes interprete el lugar que ocupa a la perfección, tal vez sin proponérselo. Este equipo que conduce, y el del año pasado, y el del año anterior, hacen recordar a aquella escuela de fútbol llamada Taqueta Barrionuevo y demuestra que a veces no se necesita haber sido un hombre surgido de las inferiores del club para jugar un fútbol de alto vuelo que represente dignamente a aquel maestro.
La siguiente instancia es preguntarse si Sarmiento está preparado para tener a un Martín Funes, un entrenador que ni si quiera ahora que va a jugar una final de Reserva (algo que nunca le sucedió al club) deja de remarcar una y otra vez que su función primordial en la institución es darle herramientas a los chicos para que cada día sean mejores y hacerle el trabajo más fácil a los entrenadores de Primera, en este caso a Mario Sciacqua. Son incontables a esta altura los futbolistas (titulares, suplentes y exdirigidos) que hablan de su capacidad para mejorarlos.
Pero surgen más preguntas ¿Qué harán los dirigentes con esto que tienen delante de sus ojos y también en gran parte crearon? ¿Se quedarán festejando el pase a la final o, si se logra, el campeonato? ¿Intentarán generar una estructura para que la línea futbolística sea esta idea que tanto identifica a muchos hinchas del Verde para que todas las categorías jueguen de la misma manera y en algún momento eso tenga una consecuencia en el primer equipo?
Texto: Federico Galván.
Fotos: Mariano Morente.