Un lugar para que viva el recuerdo

Los caídos en la Guerra de las Islas Malvinas, los excombatientes y los familiares de los que ya no están tuvieron su merecido homenaje de parte del Club Atlético Sarmiento este martes, mediante un acto que incluyó la presentación de un muro que será un recuerdo permanente.
El lugar donde quedó enclavada la obra, dirigida por el arquitecto Guillermo Tuso, fue en el ingreso peatonal al Centro de Alto Rendimiento pero no fue la única referencia que habrá para a partir de aquí porque como dijo el referente de la Formación Profesional 401, Elio Miguel, “Malvinas es un hecho presente, muy emotivo y muy fuerte. Es importante transitarlo con la memoria activa”. En consecuencia también se descubrió una placa con los nombres de los excombatientes juninenses y se plantaron los últimos dos árboles de los 40 que como una parábola simbólica mantendrán la llama encendida de aquellos que dejaron su vida en la guerra y los que la perdieron después por sus consecuencias.
Lo más emotivo de la jornada, que estuvo dirigida por María Rosa Ragogna y que contó con la presencia de los excombatientes, familiares, amigos, jugadores del fútbol formativo, fútbol profesional, fútbol senior, socios, hinchas, personal del club y representantes de diferentes entidades y municipales, fue la palabra de Carlos Luján, quien pudo continuar con su vida para contar: “Hemos visitado muchas escuelas y la pregunta que nos hacen es qué sentimos y lo que sentimos es mucho orgullo por haber estado ahí, por haber defendido lo que nos pertenece y porque juramos a ella (señalando la bandera) defenderla hasta perder la vida. Hubo 649 que no volvieron y a ellos se lo debemos porque ellos son los verdaderos protagonistas de nuestra historia argentina”.
Toda la ceremonia estuvo acampada por la Banda Militar Curaytí que tocó Aurora, el Himno Nacional Argentino y la marcha de las Malvinas, en una tarde con un sol radiante como el de la bandera.

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