Se cumplen 83 años del nacimiento de uno de los emblemas vivientes más fuertes de la historia de Sarmiento futbolísticamente hablando. En épocas donde todo parece ir demasiado rápido conviene recordar lo que significó, significa y significará Horacio Taqueta Barrionuevo para varias generaciones de hinchas y exfutbolistas.
Hablar de Taqueta es sinónimo de buen fútbol no solo por cómo jugaba sino también por la manera de transmitir esa forma de jugar que la trasladó a su trabajo como formador para terminar imponiendo un sello que era distintivo en cualquier cancha. “Ll pared, pelota al piso, Club Sarmiento y nada nuevo, son la marca registrada de Taqueta Barrionuevo” cierra Martín Echave esos hermosos versos que le dedicó en “Una dupla perfecta” en la poesía titulada “El mago”.
Es que con la pelota al pie dicen que era esperar lo inesperado. “Estuvo preseleccionado para la selección, jugando era un fenómeno, cada vez que la agarraba era medio gol”, cuenta el primero admirador y luego compañero Bache Américo.
Los genios contagian y van dejando semillitas. Todos quisimos ser Cagialosi en el patio de nuestra casa como Mario Rizzi se inspiró en Taqueta: “Yo digo que los entrenadores tienen que ser maestros, dejarle algo al jugador. Yo lo transmití en todos los equipos donde dirigí y ¿sabés de dónde sale esa idea? sale de Taqueta Barrionuevo, sale de Sarmiento, sale de cuando tenía cinco años e iba a la cancha con mi viejo y había diez mil personas que iban a ver a Taqueta. Yo me crié con ese modelo”, declaró hace algunos años uniendo dos cosas inseparables: Sarmiento-Taqueta.
También los exdirigidos tienen qué contar del maestro. Mauricio Gianfrancesco se paró debajo de los tres palos por decisión de ese hombre que cada vez que le decía algo en torno al fútbol o a la vida lo dejaba pensando: “Ha dejado un legado. En la actualidad estamos jugando con los veteranos y seguimos pensando de la misma forma. Hemos sido marcados a fuego por Horacio. Me hizo debutar con 15 años y cuando llegué hablaba y te seducía. Una forma de expresar el fútbol que solamente él lo podía hacer”.
Pero Barrionuevo no solo respiraba y transmitía fútbol, muchos coinciden que otra de las cosas más importantes que tenía era la de generar un sentido de pertenencia hacia el club muy fuerte. Uno de ellos es Guillermo Beraza: “Más allá de la construcción del jugador o la persona también fuimos adquiriendo un sentido de pertenencia hacia el club junto con otros chicos que no lo tenían porque llegaban de otros lados y terminaban enfervorizados como todos. Gran parte de eso se lo debemos a Taqueta porque más allá de todo lo que nos enseñaba uno notaba la pasión con que hablaba y se refería a Sarmiento porque era su vida. Fuimos creciendo con esa cultura”.
Pasaron 83 años de su nacimiento y seguramente esta tarde se habrá sentado en la puerta de su casa, como todas las tardes. Muchos habrán frenado para sentarse al lado un rato, hablar, desearle que los cumpla muy feliz y recordarle alguna anécdota pasada, siempre con la pelota de por medio.
Texto: Federico Galván.