Una tarde para el recuerdo

El domingo por la tarde se presentaba una ocasión ideal para ver el fútbol femenino de Sarmiento. Las Guerreras, que marchan terceras en la Zona Ascenso de la Primera B, recibían a la imbatibles chicas de San Luis Fútbol Club, que ostentaban un invicto de 50 partidos (desde que compite en AFA) y llegaban a Junín en lo más alto de la tabla de posiciones (8 unidades por delante). El resultado no pudo haber sido mejor porque El Verde se quedó con el triunfo por dos a uno con tantos de Sofía Berenguel y Lucía Mansilla que sirvieron para dar vuelta el marcador ya que Melina Salinas abía abierto la cuenta para las puntanas.
Lo que se anunciaba como un gran partido sucedió y el contexto fue el ideal porque la temperatura fue más de primeravera que de invierno y el público se hizo presente para disfrutar del mate y las ricas tortas de la cantina en la Ciudad Deportiva.
Adentro del campo dos equipos intentando imponer su sello por momentos y adaptándose a las circunstancias del juego en otros. En ese contexto ambos conjuntos tuvieron situaciones pero las visitantes primero habían exigido a Lola Ponce, que respondió bien, y luego se pusieron en ventaja, a los 36 minutos de la primera parte, en una jugada que pareció posición adelantada.

Pero la reacción rápida del las dirigidas por Lavagnino evitaron que la desventaja hiciera su trabajo en el ánimo. Berenguel se llenó el pie derecho para sacar un remate tan preciso como esquinado, desde afuera del área, que se metió en el ángulo opuesto haciendo inútil la estirada de la arquera. ¡Un golazo!

Emociones le sobraron al partido, no solo por los goles, y el segundo tiempo también fue una muestra de eso. El tanto de Lucía Mansilla, tras una presión alta, le entregó las cifras definitivas al juego pero antes hubo futbolistas que parecían dejar lo poco que les quedaba en el cuerpo para defender los embates de San Luis, mientras desde afuera, cuerpo técnico, compañeras, familiares e hinchas querían ayudar a trabar una pelota o a correr junto a Constanza Díaz en un contragolpe. «La diez» entregó hasta lo que no tuvo para proteger la pelota con su suela cuando pudo y corrió para sumarse a la recuperación también.
El silbato final y el posterior festejo, adentro y afuera de la cancha, evidenciaban que este domingo seis de agosto no había sido un domingo más de fútbol: fue una tarde para el recuerdo.

Texto: Federico Galván.
Fotos: Prensa Sarmiento.

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