Una «Victoria» inolvidable

Este jueves a las 21.30 horas, Tigre y Sarmiento se volverán a enfrentar en el Estadio José Dellagiovanna como tantas otras veces. Uno de los choques que más se recuerdan fue el que los enfrentó el 16 de julio de 1996.
Aquel martes amaneció frío, pero el sol de la tarde en Victoria permitió soportar las bajas temperaturas en esa tribuna visitante. Algo más de 50 hinchas fueron los testigos que recordarán esa jornada de una manera especial en la historia del Verde porque significó el segundo ascenso al por entonces Nacional B en su historia. Tres goles del los juninenses (Juan Carlos Bermegui por dos y Silvio Paredes) dieron vuelta el resultado (Maggiolo había abierto el marcador) y terminaron de sentenciar la serie (4-2) que se había iniciado tres días antes en Junín, con un empate por 1-1.
Pero aquel ascenso tuvo un contexto particular, ya que con el torneo de Primera B terminado desde la AFA se fabricó una reestructuración para la Primera B Nacional. De esta forma se creó una Liguilla que al momento de comenzar todavía no tenía definida la cantidad de ascensos o permanencias que otorgaría. En principio la comenzaron disputando 14 equipos de Primera B a eliminación directa, luego se sumaría el perdedor de la final por el segundo ascenso en la siguiente instancia y por último los cuatro clasificados, más el quinto mejor perdedor terminaron disputando cuatro lugares con los peores tres del Nacional B.
Así, el equipo dirigido por Luciano Polo inició su camino el 29 de junio cuando se enfrentó a Deportivo Armenio como visitante y lo derrotó 2 a 0 con goles de Mauricio Peralta y Guillermo Beraza, para luego, el 2 de julio, perder en Junín por 2-1 pero la diferencia hizo que El Verde superara esa instancia.
El Verde se midió con Defensa y Justicia, con quien también definió en el Eva Perón. Fue cero a cero en Varela y dos a cero en Junín, con goles de Mauricio Peralta a los 41 minutos del segundo tiempo y de Cristian Moreno a los 45.
Luego de superar esos dos escollos, el conjunto dirigido por Lucaiano Polo se enfrentaba a la posibilidad del ascenso, aunque para lograrlo las condiciones no eran las mismas que en los anteriores partidos, dado que debía definir de visitante y en caso de igualdad el que se quedaba en el Nacional B era el Matador. La cosa no había arrancado bien para los juninenses porque Gustavo Pereyra, a los catorce de iniciado el juego aventajó a los visitantes en el partido de ida de aquel sábado trece de julio, sin embargo, Juan Carlos Bermegui, de penal, igualó las cosas cuatro minutos más tarde y ese desalentador resultado permaneció hasta el final.
El marcador conseguido en Junín, la magnitud del rival, que provenía de una división mayor, las condiciones en las que se definía la llave y que era un día laboral conspiraron para que aquel 16 de julio solo haya alrededor de 60 hinchas juninenses en Victoria. Esos guerreros que confiaron de la misma forma que lo hicieron los jugadores y el cuerpo técnico, incluso cuando Ezequiel Maggiolo abrió el marcador para Tigre y todo estaba dado para que el local se quedara con el festejo. Sin embargo, Bermegui primero y Paredes después, dieron vuelta el resultado en el primer tiempo y el propio delantero aumentó, de contra, en el segundo. Esa tranquilidad para ir a buscar el partido a pesar de estar en desventaja la recuerda el técnico: “Fuimos a buscar el triunfo a Victoria, sin presiones y tranquilos para ir a jugar de igual a igual. Ese era el mensaje y fue fundamental para traernos el ascenso”, repasa Luciano Polo y agrega: “Coronar esa campaña con el ascenso era lo que soñaba porque yo soy sarmientista y lo había logrado como jugador así que fue ideal. Nosotros habíamos agarrado el plantel en el inicio de la temporada pero no arrancamos bien porque debutamos en cancha de El Porvenir y nos sacaron los puntos. Pero teníamos un plantel bárbaro con mucha gente joven que les dimos oportunidades para jugar, algunos de experiencia y con esa mezcla pudimos lograrlo”.
Al regreso, el pueblo juninense acompañó a la delegación desde La Agraria hasta la Municipalidad y todo fue una fiesta, que se completó once días más tarde con un partido ante la Sub20 de José Pekerman, en el Estadio Eva Perón.

Síntesis:
Tigre 1: Hernán Caputto; Mauricio Debenedetto, Sergio Lara, Rubén Checchia, Adrián Arana (Sotelo); Ricardo Pereyra, Jorge Caballero, José Marino; Castillo (González) Gabriel Pereyra y Ezequiel Maggiolo.
Sarmiento 3: Cristian Muñoz; Norberto Mastrángelo, Gustavo Olavarriaga, Silvio Paredes, Daniel Adami; Luis Ferrer, Ricardo Cajiao, Marcelo Acuña (Ernesto Pereira), Guillermo Beraza; Juan Carlos Bermegui y Mauricio Peralta.
Goles: PT: 22′ Maggiolo. 25′ Bermegui. 45′ Paredes. ST: 47′ Bermegui.

Texto: Federico Galván.

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